CASO
DE NORMA Y PATTY
DISCRIMINACIÓN
UNA BARRERA PARA LA INCLUSIÓN EDUCATIVA
Aunque sea de manera inconsciente, se considera que los alumnos que pertenecen a culturas
minoritarias por origen y etnia precisan de modos y estrategias diferentes de
enseñanza. A pesar de las buenas intenciones del profesorado, en
ocasiones se pueden llegar a producir un cierto
nivel de discriminación en este tipo de alumnos.
Barreras
didácticas La excesiva competitividad en
el aula, un currículo demasiado
rígido o un tipo de organización de la clase y de las actividades
donde no se potencia demasiado la
cooperación y el trabajo en grupo, son algunos de los tics más habituales que impiden una verdadera inclusión e
integración de todos los alumnos. La idea de grupo cohesionado y de
comunidad no suele estar demasiado asumido ni entre los compañeros de clase ni
tampoco entre los profesores.
Otros problemas son la escasa
o nula formación específica de los profesores en técnicas y metodologías de
inclusión en el aula y ciertas actitudes poca abiertas al diálogo y el consenso entre las directivas de
algunos centros. La
educación inclusiva no puede alcanzarse sin una serie de ajustes integrales
dentro de las escuelas que deben realizarse de manera progresiva; en otras
palabras, lograr una educación inclusiva prevé cambios significativos, pero no
por ello inmediatos, por el contrario, se deben ir consiguiendo por medio de
avances progresivos. Constantemente deben actualizarse los elementos que
propician la educación inclusiva para adaptarse a las exigencias del grupo y
necesidades particulares.
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